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EL FUNDACIÓN GRUPO NORTE CELEBRA EL TÍTULO CON UNA BUENA CENA EN EL RESTAURANTE GALANDUM

25/04/2010 - El restaurante abrió sus puertas expresamente para esta celebración

EL FUNDACIÓN GRUPO NORTE CELEBRA EL TÍTULO CON UNA BUENA CENA EN EL RESTAURANTE GALANDUM
Fundación Grupo Norte

EL FUNDACIÓN GRUPO NORTE CELEBRA EL TÍTULO CON UNA BUENA CENA EN EL RESTAURANTE GALANDUM
Fundación Grupo Norte

EL FUNDACIÓN GRUPO NORTE CELEBRA EL TÍTULO CON UNA BUENA CENA EN EL RESTAURANTE GALANDUM
Fundación Grupo Norte

EL FUNDACIÓN GRUPO NORTE CELEBRA EL TÍTULO CON UNA BUENA CENA EN EL RESTAURANTE GALANDUM
Fundación Grupo Norte

Tan cansados como felices, la expedición del Fundación Grupo Norte llegó a Valladolid pasada la una y media de la madrugada después de un viaje donde se mezcló la alegría por el título conseguido con una nueva odisea en el camino de vuelta.

Y es que si a la ida el conjunto vallisoletano tuvo que pagar una 'multa' de 1.200 euros por sobrepeso por unas sillas de ruedas que, según los responsables de Iberia, no eran 'necesarias' para los jugadores, la vuelta tuvo también sus mil y una peripecias.

Por de pronto, el avión de regreso a España salió de Suiza con una hora de retraso. Un retraso motivado en parte porque a los responsables del aeropuerto se les 'olvidó' que había tres equipos de baloncesto en silla de ruedas -Valladolid, Toledo y Vigo- que debían embarcar en esa nave. Aunque trataron de organizarlo lo mejor posible, al final, el embarque fue un auténtico caos ante el trajín de subir cuarenta sillas de competición, 20 pasajeros en silla de ruedas y una cantidad ingente de material que llegó a colapsar el tránsito por el checking del coqueto Aeropuerto de Ginebra. Además, tuvieron que hacerlo cuando todo el resto del pasaje ya estaba dentro del avión, algo totalmente prohibido por Aviación Civil.

Al filo de las diez de la noche el Fundación Grupo Norte pudo llegar al Aeropuerto de Barajas, pero allí se encontró con otra sorpresa: la pérdida de ocho sillas de juego de las diez que los vallisoletanos trasladaban hasta Valladolid. Exactamente, no estaban perdidas, sino que el personal de carga del aeropuerto suizo prefirió cargar las sillas normales de paseo ante la situación de que en el Airbus que trasladaba a los tres equipos no existía espacio material. Así, se espera que las sillas de juego, todas menos las de Zavala y Robles, lleguen durante la tarde de hoy o principios de mañana.

Pero, lo que fue más grave fueron las sillas de uso habitual de los jugadores parapléjicos pucelanos, que no podían salir del avión ya que habían sido cargadas en el posterior avión que trasladaba a los gallegos hasta Vigo. Ante las caras de incredulidad y el no saber 'qué hacer' de todos los responsables del avión, menos mal que la situación la resolvió la jefa de expedición del Fundación Grupo Norte, Raquel Martínez, que 'tomó los mandos' y ordenó y coordinó al personal de carga todo el trabajo que debían de hacer. Todos estos problemas, 'normales' cuando se producen estos viajes, provocaron un nuevo retraso para presentar la oportuna reclamación. Al final, en su autocar ALSA, les esperaban muchos aficionados locales, que se desplazaron hasta Barajas para recibir al equipo. La situación más emocionante fue cuando el equipo salió por las puertas de la T4, donde fueron recibidos y ovacionados y en donde el conductor del equipo, Michel, no pudo contener las lágrimas y se fue fundiendo en un abrazo con cada uno de los integrantes de la expedición.

Con todas estas peripecias, el equipo no llegó hasta la una y media de la madrugada, con lo que tuvo que aplazar su deseo de acudir a la Fuente Dorada para el tradicional baño a los campeones. Había hambre y mucho cansancio y el Fundación acudió a uno de sus patrocinadores, el Restaurante Galandum, que desde las once de la noche les esperaban para agasajarles con una buena cena y que sólo abrió para esta ocasión. Sin duda, un enorme detalle ante el ya vigente Campeón de Europa.

Fue una cena tranquila, pero donde se palpaba la felicidad de una plantilla que había hecho realidad un sueño. Así lo reflejó el presidente, José Antonio de Castro, quien felicitó a todos por el gran torneo realizado, y el director general, Julio Justo, quien recordó que han tenido que pasar 15 años para que el club lograra su primer gran título continental. También tomó la palabra el capitán del Fundación Grupo Norte, Robles, quien destacó el gran nivel del equipo en los tres días de competición. Además, en la cabeza de todos estaba presente la ausencia de Juan de la Cruz, fallecido el pasado año y que tanto soñó, como el resto de los miembros del equipo, con este día. Por desgracia, no lo pudo ver, pero seguro que él dio el último impulso a la silla de Luismi Sánchez para encestar, casi sobre la bocina, el punto 100.

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